Por: Rafael Granados
¨La gratitud de muchos no es más que la secreta esperanza de recibir beneficios nuevos y mayores¨, fueron las palabras del escritor francés, François de La Rochefoucauld, quien falleció en el año 1680 e ilustró de la mejor manera el sentido de la gratitud ante cualquier favor recibido.
Sin duda, las palabras del escritor nos hacen una invitación a cada uno de nosotros para que jamás olvidemos dar gracias por cada uno de los favores y beneficios que Dios, la vida y nuestros propios semejantes nos brindan cada día y a cada momento, muchas veces, a pesar de no ser merecedores.
La gratitud es como un imán, entre más agradecidos seamos, con mayor facilidad lograremos despertar el poder de atraer nuevas y mayores bendiciones a nuestras vidas. El saber dar gracias nos prepara para recibir favores más grandes, ya que solo un corazón humilde es capaz de dar gracias y no olvidarse del bien recibido.
Por su parte, Lao Tsé, el famoso y recordado filósofo chino, refiriéndose a la gratitud dijo en su momento que: ¨El agradecimiento es la memoria del corazón¨. Vaya cuanta razón en tan pocas palabras y es que, solo una persona malagradecida es capaz de echar en un basurero el recuerdo de los favores recibidos.
Ante todo esto, es importante que cada uno de nosotros adoptemos una actitud de humildad y agradecimiento, para que valoremos y guardemos siempre en nuestros corazones y memoria, los favores que a lo largo de nuestras vidas hemos recibido y los cuales, nos han permitido llegar y convertirnos en lo que somos hoy en día.
Estamos en la segunda semana del 2022, momento propicio para agradecer cada bendición recibida en todo el 2021. Si nos tomáramos la tarea de enumerar cada beneficio, favor y bendición que se nos concedió, nos daríamos cuenta que no hemos hecho el tiempo suficiente para agradecer debidamente cada cosa.
Entre más agradezcamos, más bendiciones atraeremos a nuestras vidas, por eso, el reto que tenemos todos a partir de este momento es AGRADECER. Bien haríamos si esta misma noche, antes de dormir, miramos al cielo, y nos tomamos unos minutos para agradecer a nuestro creador.
Bien haremos, si luego, tomamos nuestro celular y mandamos una cadena de mensajes o llamamos a aquellas personas que nos han ayudado en el camino de la vida; es probable que ellos ya hayan olvidado el favor que nos brindaron, pero no es justo, que nosotros olvidemos el favor recibido.
Levantemos como una ola de salvadoreños y seamos agradecidos siempre.
