Por: Rafael Granados
Las aspiraciones políticas de muchos líderes se ven estancadas y marchitas en el proceso electoral que les toca vivir por una razón muy trivial, por un problema que muchos se resisten a afrontar con sabiduría y madurez, y es el hecho de no lograr conocer al electorado que pretenden seducir con sus campañas y ofertas de campaña.
Conocer al electorado le garantiza a todo líder político al menos el 70% de efectividad en la campaña y el otro 30% restante, tiene que ver con una muy buena y pensada estrategia comunicativa y de propaganda, presentada principalmente a través de las diferentes redes sociales, donde uno tiene la oportunidad de llegar a la audiencia de manera ágil e inmediata.
Conocer al electorado es un desafío enorme no solo para el equipo de campaña del candidato, sino para el candidato mismo, pero no se trata de conocerlo superficialmente, es decir, no basta con saber dónde vive, que edad tiene, a qué se dedica, entre otras cosas, aunque esto aporta mucho, no es suficiente, necesitamos escudriñar más el perfil de nuestro electorado.
Conocer a nuestro electorado es poner en práctica principios psicológicos, demográficos, y de sociología. Necesitamos conocer como piensa, que lo hace enfurecer, que le causa alegrías, que le genera malestar, que es lo que ama, que es lo que odia, que aplaude en un político y que critica y señala del político.
Eso es algo necesario, no podemos pretender ganar una elección sin antes habernos tomado el tiempo SUFICIENTE para conocer a nuestro electorado, sino lo hacemos, nuestras aspiraciones por salir triunfadores se irán esfumando poco a poco, porque sin el conocimiento previo de nuestra gente, nuestro público meta, será imposible montar y diseñar una estrategia comunicativa de peso.
El candidato que en verdad quiera ganar una elección tiene la obligación de conocer a su electorado, entre más conozcamos a la gente que queremos persuadir para que vote por nosotros, menos será el margen de error en el diseño propagandístico que presentaremos como oferta en la campaña electoral.
El estudio de mercado (electorado) se tendrá que hacer al menos un año antes del inicio de campaña, para que un mes antes de la campaña, el producto (propuestas y oferta electoral) esté lista para presentarla a nuestra gente a través de las plataformas que previamente hemos identificado que son las que mejor nos conecta con ellos.
El reto es uno, conocer a nuestro electorado, ya que solo así podremos asegurar la efectividad del contenido de nuestra campaña y que los resultados puedan ser los que deseamos, el triunfo de nuestro candidato.
