
Boris Johnson, primer ministro británico, en su primera comparecencia tras su baja por coronavirus, ha alertado sobre los peligros de suavizar el confinamiento y ha asegurado que Reino Unido se encuentra todavía en un momento de «riesgo máximo».
Johnson, que ha hablado a las puertas de Downing Street, su residencia oficial en Londres, ha indicado que el país va por la buena senda y que «estamos a punto de cambiar la curva». Sin embargo, ha explicado también que no va a arriesgar lo conseguido por salvar la economía. «Estoy ansioso por encender de nuevo la tremenda maquinaria de la economía británica», ha dicho, pero no poniendo en riesgo al sistema sanitario (NHS, por sus siglas en inglés).
El primer ministro fue diagnosticado con coronavirus hace un mes y diez días después tuvo que ser ingresado en la unidad de cuidados intensivos de un hospital londinense, donde permaneció una semana. Tras quince días recuperándose en Chequers, la residencia oficial de campo, esta mañana ha aparecido pálido a pesar del buen tiempo que ha reinado en Londres en las últimas semanas, con el pelo bastante más largo de lo habitual y con su característico tono jovial de dar discursos.
«Tenemos que reconocer que sigue existiendo el riesgo a una segunda ola de contagios que nos lleve a perder el control del virus y que su ritmo de transmisión vuelva a estar por encima de uno. No supondría solo nuevos muertos y enfermos, sino un desastre económico que nos forzaría a volver a frenar todo el país y a imponer nuevas restricciones que provocarían un daño mayor y a largo plazo», ha indicado.